El fin de semana pasado cumplí 34 años. Debo confesar que el día de mi cumpleaños NO es mi día del año favorito, ni mucho menos, es como si la gente estuviera esperando algo de mi, que hiciera algo, como por ejemplo soplar las velas sobre esa torta tan dulce, que, dicho sea de paso, no tengo la menor idea de dónde viene esa tradición, ni que significa, ni por qué esto de soplar las velas, ni por qué es dulce y no salada, ni por qué tres deseos, ni por qué esta canción, y ese tipo de cosas... Y me gusta saber por qué, o al menos preguntarme...
De todas maneras, continuemos con la tradición soplando esas velas:
The past weekend it was my 34th birthday. I must confess that the day of my birthday it's NOT really my favorite day of the year, it's like I think that people may be expecting something from me, more precisely to do something, like blow the candles on that sweet cake, which, by the way, I have no idea where that tradition comes from, nor what it means, nor what's the meaning of the candles, nor why it's sweet, nor why three wishes, nor why this song, and that kind of stuff... And I like to know why, or at least ask about it...
Anyhow, let's continue with the tradition, and let me blow up the candles:
Bueno, un poco fuera de tema, pasa que me gustan los Simpsons... Well, rather off topic, but I really like The Simpsons... |
¿Dónde estábamos? A si, algunas velas para soplar (dibujo por Matthew Gauvin) So where were we? Oh yes, some candles to blow (drawing by Matthew Gauvin) |
Más allá de todas estas tradiciones inexplicables (para mi), hace algunos años se me ocurrió relacionar de alguna manera la cantidad de años transcurridos con algo que me gustara hacer, como por ejemplo correr por la montaña, así que en 2014 la idea era caminar 31 km, uno por año, que claramente es un número arbitrario, porque podría haber sido 12, o 55, o 62, o 23.76241, para el caso. Bueno, tampoco tengo una explicación para eso. Entonces ahí me fui a caminar al cerro Otto con ese número en mente, al final fueron unos 30 km en total y 1800 metros de subida, más que nada caminando, con algo de trote, bastante cerca de 31, considerando que no estaba mirando el GPS durante la salida.
Cuestión que este año el número arbitrario estaba relacionado con la escalada en roca: Intentar encadenar 34 vías, no necesariamente diferentes, en un día, preferentemente de día, destrepar también cuenta, siempre que no se tense la cuerda, por supuesto.
Así que la parte más complicada consistía en conseguir compañeros motivados que estuvieran dispuestos a sacrificar un poco de su tiempo de escalada en pos de mi tiempo de escalada, porque si vamos a hacer un pegue cada uno, quizás esto puede tardar demasiado, y se va a complicar para encontrar a alguien que también tenga ganas de hacer 34 pegues en un día. Miralo como un regalo de cumpleaños, ¡Muchas gracias, justo lo que quería! ¿Cómo adivinaste? Ah, capaz que yo te lo pedí, jeje.
Y bueno, finalmente llegó el fin de
semana, elegimos el domingo, que era el mejor día según el pronóstico.
Acá es otoño en esta época del año, con unas nueve horas de luz, el
pronóstico daba cielo despejado, casi sin viento, 18 grados de máxima,
pintaba bien. Arreglamos dos turnos, con Vale a la mañana, y con Santi a
la tarde. Algunas estimaciones, cortesía de Santi, predecían una tasa
de encadenes de uno cada doce minutos, en un total de siete horas de
escalada. Parecía posible, la clave era elegir rutas no muy largas, ni
tampoco muy difíciles, ya que estas dos variables no estaban limitadas
por las reglas arbitrarias, con números arbitrarios.
El sector elegido fue Ventana,
la idea era escalar primero las vías más duras y desplomadas, algunos
sextos y quizás un par de 7a/+, pero desde el principio nomás me di
cuenta que estaba cansado de la escalada del día anterior, así que mejor
nos quedamos con los sextos o menos.
Para el final del turno mañana, estábamos casi a la mitad, con 16 encadenes. Almuerzo, unos minutos de siesta, Vale se fue y Santi estaba llegando, así que vamos por un poco más, incluso hasta una ruta nueva, un 4+ que no había probado.
A eso de las cuatro y media, el objetivo estaba cumplido, 34 vías
encadenadas: 14 cuartos, 8 quintos y 12 sextos, unos 500 metros en
total. Veremos cuál es el número arbitrario para el año que viene,
relacionado de alguna manera (o no) lógica con 35.
¡Muchas gracias a Santi y Vale por la paciencia! Y gracias a mis amigos por todos estos días de escalada, ¡dándolo todo y un poco más!
¡Muchas gracias a Santi y Vale por la paciencia! Y gracias a mis amigos por todos estos días de escalada, ¡dándolo todo y un poco más!
PD: Si 34 encadenes parece mucho, no se lo pierdan a Alex Honnold escalando diez largos por cada año de vida en su cumpleaños número 29.
PD: Glosario con algunos términos de escalada
Besides
all these unexplainable tradition (for me), some years ago I was
thinking of relating the number of years past with something that I
liked, for example, trail running, so in 2014 the idea was to hike about
31 km, one per year, which clearly it's an arbitrary number, why not
12, or 55, or 62, or 23.7624, for that matter?. Well, I don't have an
explanation either. So I went for that much kilometers to Otto hill, in
the end the walking and running was about 30 km and 1800 m climb, pretty
close to 31, considering I wasn't looking at the GPS in the field.
So
this year, the arbitrary number was related to rock climbing: To
redpoint 34 routes, not necessarily different, in one day, preferably in
the daylight, downclimbing routes will also count, but not if I fall,
clearly.
So, the toughest part was to
find some motivated partners which were willing to sacrifice some of
their climbing in favor of my climbing time, because if we are doing one
attempt each, this may take too long, and it will be kind of difficult
to find someone else who also wanted to do 34 redpoints. And you can see
it as a birthday present, thank you very much! It was just what I was
looking for! how did you figure it out? Oh, may be I suggested it, jeje.
And
finally the weekend arrived, we chose Sunday, because the forecast said
it was the better day. It's autumn here at this time of the year, about
nine hours of daylight, the forecast predicted clear skies with almost
no wind, 18 deg C maximum, looked good. We arranged two shifts, with
Vale in the morning, and Santi in the afternoon. Some estimations,
Santi's courtesy, indicated an approximate rate of one redpoint ever 12
minutes, in a total of seven hours of climbing. It looked good, the key
was to chose short routes, since in the arbitrary rules, with arbitrary
numbers, it wasn't stipulated any constrain in route length, nor in
route difficulty.
The selected crack was Ventana,
the idea was to climb the hardest and overhanging routes first, some
6th grades and may be one or two 7a/+, but from the start I noticed I
was kind of tired from the Saturday's climb, so let's go with the 6th
grades or lower.
By the end of the
morning shift, we were almost halfway, with 16 redpoints. Lunch, some
minutes of siesta, Vale was gone and Santi arriving, so let's go for
some more, even a new route, a 4+ I haven't try.
About 4:30 pm, the objective was
completed, 34 redpointed pitches: 14 4th, 8 5th and 12 6th, about 500
meters total. Let's see next year which is the arbitrary number, related
in some (not necessary) logical way to 35.
Thanks Vale and Santi for the patience! And thanks also to my friends for all that days out climbing, giving it all, and more!
PD: If 34 redpoints looks like too much, just watch Alex Honnold climbing 10 pitches per year in his 29th birthday.
PD2: Some glossary of climbing terms here.
EOP (end of post)
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